El sistema oficial de doble apellido en España
Pocas cuestiones despiertan tanta unanimidad y orgullo entre los españoles como nuestro sistema de doble apellido, paterno y materno. A diferencia de tantos otros países, en los que la mujer al casar debe renunciar a su apellido para sí e incluso para sus hijos, en España consideramos que lo natural es identificarnos con los dos apellidos, los cuales nos vinculan explícitamente con las respectivas familias por ambas ramas, consideradas iguales y representadas así de forma equivalente. Podrá haber surgido el reciente debate sobre el orden que deben seguir, pero lo esencial continúa siendo que este sistema aporta un reconocimiento de la herencia materna que nos diferencia y distingue.
Es más, reconozcamos que hemos interiorizado plenamente la percepción de que todos nosotros poseemos un nombre o nombres de pila y dos apellidos, ni uno más ni uno menos. Apellidos que automáticamente se imponen al nacer y que deberán acompañarnos el resto de nuestra vida, salvo que solicitemos una alteración ante las instancias del Estado, que es quien consideramos que naturalmente debe velar porque el sistema se aplique de forma rigurosa. Veamos cómo surgió esta fórmula, que comenzó siendo un uso en algunas zonas del país para llegar a extenderse y acabar transformándose en una rígida norma al servicio de la identificación y control de los ciudadanos en el siglo XIX.
Como hemos tratado en otro post, los apellidos originalmente no venían impuestos sino que cada individuo tenía derecho a escogerlos, libertad que normalmente se ejercía dentro de las costumbres locales. Ahora bien, ¿existió la costumbre de adoptar expresamente el apellido paterno y materno en los siglos previos al mencionado XIX?
Esta cuestión se la planteó el veterano genealogista George R. Riskamp, buen conocedor de los fondos genealógicos españoles, realizando un rastreo exhaustivo de diversas fuentes en diferentes zonas de España, evaluando si los adultos que aparecían en ellos usaban los apellidos paterno y materno o bien si se identificaban según otro patrón. Tarea compleja ya que en muchos casos es difícil discernir entre apellidos compuestos, habituales en aquellas épocas, o auténticos dobles apellidos paterno-materno.
Sus conclusiones, que en lo esencial compartimos, fueron que el doble apellido surgió entre las clases altas castellanas y que desde el norte de Castilla, especialmente los señoríos vascos, no se llegó a extender al resto de la población de España hasta el XVIII, aunque su plenitud como uso generalizado sólo puede afirmarse que se alcanzó a partir de 1850. Igualmente concluye que tanto en la metrópoli española como en los territorios americanos antes de 1800 la mayoría de las personas sólo usaba un apellido, que era generalmente el paterno, si bien había excepciones en las que se optaba por el materno o, muy minoritariamente, por otro de la familia. El uso del apellido materno por las mujeres destacaba especialmente en Galicia y Extremadura, aunque no en exclusiva.
Desmontado con este estudio el mito de que el sistema de doble apellido hubiera sido una práctica generalizada desde hace siglos, añadiremos también que hay un importante factor que distorsiona la percepción que tenemos sobre el uso de apellidos dobles; con frecuencia los genealogistas manejamos índices de fondos parroquiales o de otra naturaleza que han sido realizados en siglos posteriores a los documentos originales, por lo que se han elaborado con el moderno criterio del doble apellido, que en la mayoría de los casos, como hemos visto, no es acorde con la realidad de su época.
La imagen tan habitual hoy en día de unos bebés rigurosamente identificados con sus apellidos habría sorprendido, y mucho, a nuestros antepasados, ¿quien se hubiera atrevido a imponerles los apellidos a sus hijos?
¿Y cuando pasó de costumbre a norma? Pues con altibajos, y siempre bajo el criterio de que el doble apellido facilitaba la identificación de los individuos, durante todo el XIX se sucedieron normas dispersas por toda España que aconsejaban anotar los apellidos paterno y materno. Fórmula propuesta prematuramente en 1796 para identificar a las mujeres que solicitasen acogerse al Montepío Militar, se contempló para el fallido Registro Civil legislado en 1822, aconsejado para su uso en las cartas postales por los manuales de 1833, sugerido como opcional pero ventajoso en la elaboración de censos electorales de Barcelona en 1839, igualmente indicado para las letras de cambio en 1840, ignorado por las normas del Registro Civil de 1841, previsto que se recojan al solicitar ingreso en las universidades y para la inscripción de hipotecas en 1846, y sucesivamente incorporado en años posteriores a los Registros de Penados, documentación judicial en general, listados de reemplazos de tropas, cédulas de vecindad, etc.
Así llegamos hasta el Registro Civil de 1871, que ya se implantó para toda España y que, contrariamente a lo que habitualmente se piensa, no reguló nada sobre el doble apellido, aunque contribuyó a consolidarlo ya que fue el paso definitivo para que los apellidos traspasaran el ámbito personal hacia el público, al quedar anotados formalmente por el Estado. Y no será hasta el Código Civil de 1889 cuando se contemple el derecho al uso de apellido paterno y materno de los hijos legítimos y se detallen los procesos a seguir para los hijos naturales y los reconocimientos posteriores de paternidad.
Aún así, la prueba de que el proceso fue asistemático lo encontramos en una Real Orden nada menos que de 1903 donde se exhorta a los funcionarios del Registro Civil a anotar con dos apellidos a los expósitos para que no se diferencien de los demás, ya que en España, se aclara, el apellido usual es el compuesto del paterno y materno, lo que se llama ordinariamente primero y segundo apellido. Es decir, que aún en 1903 ninguna ley obligaba a que todos los españoles llevaran dos apellidos, tan solo era la costumbre, lo «usual», el argumento que utilizaba toda una Real Orden.
Este conjunto de datos nos lleva a la conclusión de que el sistema fue extendiéndose entre los españoles espontáneamente y que quizás, y esto es ya una hipótesis, su éxito fue debido a que sintonizó con la inmemorial tradición española de reivindicar la ascendencia materna. Asimilada como costumbre general, su utilidad para distinguir más fácilmente a las personas y evitar los errores entre homónimos motivó que se incorporase a todos los ámbitos, administrativo, militar, judicial, educativo… y que finalmente se plasmase en el Código Civil, manteniéndose plenamente vigente hasta la actualidad.
Antonio Alfaro de Prado
N.B. El estudio mencionado de George R. Ryskamp se publicó en las actas de la XI Reunión Americana de Genealogía bajo el título «La transmisión de apellidos en España y las colonias americanas, 1500-1900», publicado en 2005. pp. 341-364. Respecto a la oficialización del sistema se hizo un estudio pormenorizado en «El nacimiento del sistema oficial de doble apellido en España», Antonio Alfaro de Prado, editorial Hidalguía, 2012, pp. 207-235.
Mi bisabuela era hija de españoles, sus apellidos eran dos Yañez Yañez, leyendo este artículo e investigando historia del apellido en América concuerda perfectamente que mis raíces son de Galicia y Extremadura, de donde fue Vicente Yañez Pinzón, el cual según la historia, fue quien trajo ese apellido a América
Interesante artículo pero discrepo profundamente sobre el inicio del uso de los dos apellidos. Tenemos como referencia a américa. La mayoría de los países americanos se independizaron aprovechando la Guerra de Independencia Española contra napoleón. De no haber sido costumbre los dos apellidos desde el principio el descubrimiento de América o poco después, este sistema no se habría implantado en el 100% de los actuales países iberoamericanos. De ser cierto que en España apenas se utilizaba hasta 1850, no se habría trasladado a los recién creados países de américa. En muchas ocasiones las costumbres de América nos sirven para saber si ya eran prácticas habituales en la península y este estoy convencido que es un claro caso de este tipo
En los diaz que corren. se esta haciendo público a nivel mundial la igual de derechos entre el hombre y la mujer… la mujer esta reclamando todos su derechos y esta bien que lo haga, pero tiene empezar justo por su apellido al casarse lo pierde no tiene sentido .un ejemplo bien claro, si es internada en un hospital es registrada por su apellido de soltera, si fallece pasa lo mismo por su apellido de soltera me siento orgulloso de llevar el apellido de mi madre porque ella la que me llevo en su panza, ella fue la que me pario..a todas las mujeres les digo quieren igualdad de condiciones hagan valer su apellido de soltera; mas allá cualquiera que sean las condiciones
Tengo el certificado literal de nacimiento a efectos para dni pero no tengo lo del doble apellido en este caso se puede tramitar el dni o que se hace
Gracias por el artículo. Soy profesora de español como lengua extranjera y, sin duda, este artículo me ayudará a explicar con mayor rigor a mis alumnos el sistema de dos apellidos existente en el mundo iberoamericano. Muy interesante.
Magnífica información Sr.Prado,para el árbol genealógico me parece imprescindible los 2 apellidos,justamente estoy «estancada » por decirlo de alguna manera en los datos de mi bisabuelo paterno-materno,llamó José Rosario León ……( no tengo el apellido materno ) pero en esa localidad ( provincia del norte Peruano ) existían en esa época 5 José Rosario León…..me dificulta la investigación no tener al momento la partida de defunción,testamento ( si lo hubo o no ) y al no haber sido casado con mi bisabuela no hay un expediente religioso de solicitud de permiso matrimonial donde se consignaban más datos de los novios,lugar de nacimiento,nombres y procedencia de los padres,el uso de 1 solo apellido dificulta mucho mi investigación,en igual problema estoy en otro dato , 2 homónimos de la misma década en Lima,1 casado el otro no , de cuál descienden mis hijos ? No ubico si fué el mismo caballero con 2 casas o si fueron homónimos,para mí indispensable el 2o.apellido.
tengo una duda, si yo adopto a un niño, yo solo, puedo ponerle solo un apellido o tengo que ponerle mis dos apellidos???
Toda Europa (menos España y Portugal) y la gran mayoría del resto del mundo, con sistemas prácticos y precisos de identificación, menos nosotros, nosotros a la antigua, con nombres y 2 apellidos ¿Para qué 2 apellidos? ¿Dejas de ser hijo de tu madre si no llevas el suyo también? Somos muy retrógrados, con la mente cuadriculada, anticuados. Lo único que hace ese sistema es causar problemas para los españoles que obtienen otras nacionalidades y para los extranjeros con 1 solo apellido que se nacionalizan españoles, terminando con 1 nombre distinto en cada pais. Leyes viejas que piden reformas a gritos, mucha globalización y tal pero somos los últimos en todo, siempre tarde, somos el hermano retrasado en esa familia llamada Union Europea.
Hola Lucas, todo es opinable… pero en este mundo global el doble apellido es precisamente una forma de singularizarnos. Los norteamericanos han fijado dos nombres de pila y un apellido como forma oficial de identificación; ese segundo nombre propio (middle name) subsana el problema que les creaba no usar segundo apellido, con miles de personas que tenían igual nombre y apellido. A mí me parece perfecto usar el apellido de mi padre y de mi madre, creo que ambos «valen» igual. Otra cuestión son los problemas de compatibilidad con otros países pero ¿debemos cambiar nosotros o ellos? ¿te parece bien que la mujer al casar pierda su apellido?
Exactamente, nos singulariza y ese es el problema, sería muchísimo más fácil cambiar nosotros que ellos, somos junto a Portugal los únicos de Europa que lo hacen, los que utilizan 1 apellido son la gran mayoría, sinceramente creo que si debe alguien cambiar algo, somos nosotros, adaptarnos al sistema de la mayoría de países.
Las mujeres al casarse tienen la opción de cambiar su apellido por el de su marido, cambiar su apellido por uno compuesto por el suyo y el del marido, o simplemente no cambiarlo, así de sencillo, además si lo cambia siempre tiene la opción de recuperar el suyo original.
Si no recuerdo mal el tema de los 2 apellidos empieza con una ley del 1835 en España, creo que ya va siendo hora de renovarse ¿no crees?
Además ahorraría muchísimos problemas relacionados con dobles nacionalidades, más de un español y más de un extranjero estarían muy agradecidos. Renovarse o morir, y nosotros sinceramente estamos más muertos que renovados, nos estamos quedando atrás, no solo en este tema sino que en muchos otros.
Y yo me pregunto:
Por que no adoptan los hombres el apellido de la mujer cuando se casan?
1º No veo anticuado tener los apellidos de los dos progenitores: en mi caso, se me conoce por el segundo por ser menos común y siempre ha sido una gran ventaja para mí.
2º Todos los portugueses que conozco solo tienen un apellido.
3º No existe en el mundo un carnet de identidad más avanzado que el español.
4º Me parece una afirmación gratuita decir que ´somos muy retrógrados …¨por tener dos apellidos; en el listín telefónico de Madrid hay muchísimas personas que se llamaría como yo; con los dos apellidos, no hay ninguno.
5º A parte de ser los primeros en descubrir América, los primeros en descubrir todo el sistema nervioso, de construir el primer submarino y el primer autogiro, de realizar un trasplante completo de rostro, somos el segundo país del mundo en trazado de alta velocidad y debemos ser un lugar seguro y armonioso porque somos el tercer país más visitado de la tierra. No, no somos los últimos en todo: sin contar a Badal, Alonso, Mireia, Carolina Belmonte, las doce Champions del Real Madrid, que somos los únicos que han ganado una Eurocopa de Selecciones, un Mundial y una Eurocopa seguidos, que tenemos el 13 PIB más alto del mundo y la segunda mayor esperanza de vida …. No me veo retrasado en la Eurozona, de la que somos la cuarta economía, sino muy avanzado en sanidad, comunicaciones, cultura, calidad de vida, trámites administrativos y, sobre todo, libertad.
Lo atrasado es tener solo el del padre o que la madre al casarse pierda el suyo. Es más, debería figura siempre primero el de la madre, que es la que tiene el protagonismo en la creación de una nueva persona. Lo anglosajón es lo retrógrado y anula a la mujer. Los retrógrados y atrasados en este tema son los anglos. Es una costumbre en la que vamos adelantados, nos define y que debemos conservar siempre.